Todo el equipo de DolorDental.Net está acostumbrado a hablarte regularmente de las enfermedades periodontales y hoy te contaremos todo sobre una de ellas: el aflojamiento de los dientes. Es posible que tú formes parte del 80% de las personas de entre 35 y 44 años que padecen una enfermedad periodontal.
Si este es el caso, no te preocupes, hay tratamientos eficaces y, la mayoría de las veces, unas cuantas citas con el dentista son suficientes para que todo vuelva a la normalidad.
¿Cuál es el tratamiento adecuado para las caries? ¿Cuáles son las causas y los síntomas? ¿Cómo se puede prevenir? ¿Se puede tratar de forma natural? Respondemos a todas estas preguntas en esta completa guía sobre las caries.
Caries dental: definición
La caries, también conocida como recesión de las encías o periodontitis, es la primera fase de la gingivitis, que es una inflamación de las encías debido a la presencia de sarro en la superficie de los dientes pero también en los surcos de las encías.
Cuando la gingivitis no se trata, desarrollará una periodontitis, que es la destrucción de los ligamentos que sujetan el diente en su alveolo óseo. La encía se retrae entonces y podemos ver parte de la raíz del diente.
Esto se llama caries. Se creará una bolsa periodontal y el espacio entre la encía y la raíz es propicio para la acumulación de bacterias. Por eso es importante pedir una cita con su dentista.
Causas del aflojamiento de los dientes
Hay varias causas de la pérdida de dientes. Aquí están los principales:
- La herencia y el factor genético
- Mala higiene bucal
- La acumulación de placa dental
- Una cavidad
- Bruxismo
- Una enfermedad periodontal
- Desalineación de los dientes
- Cepillado incorrecto de los dientes
- Tabaco de mascar o de inhalar
- Chicle
- El uso de un cepillo de dientes de cerdas duras
- Comerse las uñas
- Secuelas del tratamiento de ortodoncia
- Edad: a medida que envejecemos, las encías se vuelven mucho menos irrigadas, más finas y se retraen, dejando al descubierto la raíz del diente.
- Deficiencia de vitamina C, pero esto es raro.
La diabetes también puede ser un factor de riesgo, al igual que el estrés.
Síntomas que deben alertarte
Los síntomas de la pérdida de dientes son principalmente los de la gingivitis. Los signos que deberían incitarte a acudir a tu dentista son:
- Sensibilidad de los dientes en contacto con el calor o el frío.
- El diente se siente repentinamente más largo
- Si te miras la encía retraída, se empieza a ver la raíz del diente.
- El diente se mueve
- Sangrado de las encías al cepillarse los dientes
En cuanto sientas o veas alguno de estos signos, debes acudir a un dentista rápidamente.
Caries dental: tratamiento
Esta es probablemente la parte que más te interesa: el tratamiento de la caries. Lo primero que hay que hacer es, por supuesto, concertar una cita con su dentista. Lo más probable es que te haga una radiografía panorámica de tus dientes.
El primer paso en el tratamiento de la caries es eliminar la inflamación. Para ello, sólo hay una solución de partida: eliminar el sarro y las bacterias. Por lo tanto, tu dentista realizará un raspado completo por debajo y por encima de la línea de las encías.
Tu dentista también realizará un rejuvenecimiento. El objetivo de este paso es eliminar no sólo las bacterias, sino también la placa en la raíz de los dientes, para que la zona quede lisa y permita que la encía se adhiera al diente.
Para el revestimiento, el dentista utiliza herramientas específicas para limpiar las bolsas periodontales. Gracias a estos pasos, es posible recuperar algo de hueso, pero el objetivo es principalmente estabilizar la enfermedad periodontal asegurando que no se repita.
El dentista puede prescribir antibióticos en combinación con el revestimiento. También es importante saber que la seguridad social no reembolsa las superficies. Pregunta a tu obra social si lo cubre, ya que el coste puede ser elevado (unos 300 euros).
Nuestros consejos
Una vez realizado este tratamiento, es fundamental tener una higiene bucal impecable. Deberás cepillarte los dientes una vez más de lo habitual.
Se recomienda el uso de un cepillo de dientes porque los espacios entre los dientes suelen ser más grandes cuando se sufre una pérdida dental. También puedes hacerte enjuagues bucales, a razón de 3 veces al día durante unos quince días.
Si no te cuidas de tener una buena higiene dental, existe un alto riesgo de recurrencia. A continuación, deberás acudir a tu dentista cada 3 meses al principio y luego cada 6 meses. Comprobarás que no hay inflamación en tus encías.
En caso de recidiva, tendrás que cepillarse los dientes con más frecuencia, sobre todo en las zonas más afectadas por la inflamación, y seguramente tu dentista te hablará de la cirugía.
Y por último, debes saber que si la extracción de algunos de tus dientes afecta a un implante, el periodoncista se verá obligado a realizar una encía postiza para restaurar la estética alrededor de la prótesis.
Recesión gingival y cirugía
En caso de recidiva o cuando el simple raspado no es suficiente, tu dentista puede sugerirle que pases a la fase quirúrgica. No te preocupes, no se trata de una operación quirúrgica importante, sino todo lo contrario. Es una solución minimalista y mínimamente invasiva.
Se realiza en la consulta del dentista y con anestesia local. El procedimiento consiste en aflojar un poco la encía para acceder a las zonas que hay que tratar. A continuación, el dentista desinfectará el tejido.
Si hay lesiones, colocará productos que permitirán que el hueso se regenere y mejore la fijación de la encía contra la raíz del diente.
A continuación, debe realizarse una simple consulta de control cada 3 meses después de la operación.
Algunas explicaciones sobre el injerto de encías
El injerto gingival se considera cuando se experimentan verdaderas molestias, cuando el diente está amenazado y cuando se siente un dolor importante debido a la retracción de la encía. Sin embargo, es importante saber que esta operación no es reembolsada por la Caisse d’Assurance Maladie.
El trasplante de encías se realiza en el consultorio dental y dura entre 1 y 2 horas. Por supuesto, se realiza con anestesia local.
El primer paso consiste en el raspado y pulido de las raíces para que la operación se realice en condiciones óptimas de asepsia. Con el fin de preparar la encía para recibir el injerto, el cirujano dental adelgazará la encía en toda la zona a injertar.
Cuando la raíz del diente esté limpia y la encía esté lista, el cirujano dental podrá retirar el injerto. Por lo tanto, eliminará una pieza importante o no importante del paladar. La parte del paladar extirpada sanará por sí misma.
Una vez retirado el injerto, se colocará en la zona a injertar de la encía. Se coserá para que quede bien sujeto. Las suturas son autoabsorbentes. La sutura es una parte esencial porque el injerto debe estar completamente inmovilizado.
Por último, se colocará un vendaje para cubrirlo todo. El injerto gingival está ahora completo.
Tu cirujano dental te recetará antibióticos y analgésicos, pero también antiinflamatorios. Debes saber que lo más probable es que sientas dolor durante varios días. Asegúrate de seguir el tratamiento prescrito por tu dentista.
Una semana después del trasplante, tendrás que volver a ver al profesional que comprobará que todo está en orden. La curación del injerto tarda una media de 3 a 4 meses.
Nuestros consejos
Después del trasplante y en los días siguientes:
- Evita el frío y el calor. Por lo tanto, es preferible comer alimentos calientes.
- Evita los alimentos ácidos o con vinagre.
- Evita fumar porque aumenta el riesgo de rechazo del injerto.
- Evita hacer deporte o actividad física con riesgo de golpes.
- Evita masticar chicle.
- Evita meterte en la boca objetos perjudiciales, como el capuchón del bolígrafo, por ejemplo.
En el 80% de los casos, el injerto es eficaz y permite salvar los dientes que corren peligro de aflojarse. Si el injerto falla, se puede volver a intentar, pero no más de dos veces.
Como el injerto no está cubierto por la Seguridad Social, comprueba que tu obra social reembolsa este tipo de atención porque el coste es elevado (entre 400 y 1.000 euros).
Caries: ¿qué se puede hacer para evitarlas?
Aunque en la mayoría de los casos tu dentista puede tratar la caries, lo mejor es detenerla o prevenirla. Este es nuestro consejo:
Cepillado óptimo de los dientes
Ahí es donde empieza todo. El cepillado de los dientes debe hacerse correctamente para evitar la acumulación de placa. Cepíllate los dientes de 2 a 3 veces al día durante 2 minutos. Es importante no atacarlos. Por ello, te aconsejamos que utilices un cepillo de dientes de cerdas suaves o, mejor aún, un cepillo eléctrico que elimine más placa.
Después, es preferible utilizar un cepillo interdental en lugar de hilo dental. El hilo dental también puede ser una solución, especialmente para las encías.
Elige bien tu pasta de dientes. Es preferible comprar una pasta de dientes especial para encías sensibles si la infección ya está presente. Opta por un dentífrico ecológico o 100% natural porque son menos agresivos para tus dientes y encías.
Enjuague bucal
Puedes complementar el cepillado de dientes con un enjuague bucal antiséptico para eliminar las bacterias, pero también antiinflamatorio si sufres de gingivitis.
Raspado dental
Incluso si no tienes los dientes flojos, el raspado en la consulta del dentista es esencial para prevenirlo. Por lo tanto, acude a tu dentista con regularidad y varias veces al año para un raspado completo.
Aflojamiento de dientes: ¿existe un tratamiento natural?
Nada sustituirá nunca la visita a un dentista, sus cuidados y los tratamientos que puede poner en marcha. Pero todo el procedimiento que implica el tratamiento de la caries es caro y está muy mal reembolsado.
Para aliviar la periodontitis y otras enfermedades periodontales, he aquí algunos tratamientos naturales:
- Coenzima Q10: es el tratamiento natural más exitoso por su eficacia. Eficacia que ha sido demostrada por numerosos estudios. Los japoneses lo utilizan desde hace décadas, si no más.
- El extracto de té verde: su riqueza en antioxidantes permite luchar eficazmente contra la placa dental.
- Bicarbonato de sodio: ayuda a reducir la inflamación de las encías, pero ten cuidado de no abusar de él, ya que podría ser perjudicial para el esmalte de tus dientes.
También puedes utilizar pastas dentífricas, geles dentales o colutorios para evitar que los dientes se suelten:
- Aceite de aguacate: es un excelente antiinflamatorio que protegerá el tejido conectivo.
- Aceite de Manuka: este aceite es especialmente eficaz contra las bacterias, pero también contra los hongos o los virus.
- Extracto de semilla de pomelo: recomendamos utilizar enjuagues bucales que contengan este extracto por sus propiedades antibacterianas y antiparasitarias, ¡sin olvidar sus beneficios antiinflamatorios!
- Gel de aloe vera: muy conocido y, por tanto, muy utilizado, es un excelente aliado para una mejor cicatrización y por sus beneficios antiinflamatorios.
Estos tratamientos han demostrado indiscutiblemente su eficacia e incluso pueden ser recomendados por algunos dentistas. Pero insistimos en que no deben sustituir a una cita con tu cirujano dental.
Tratamiento con láser: ¿un nuevo procedimiento?
Los profesionales utilizan cada vez más el láser para el tratamiento de las infecciones localizadas de las encías. Tiene una acción bactericida y bioestimulante que favorece la curación. Por lo tanto, es posible tratar la caries dental gracias al láser.
Las ventajas son la ausencia de dolor postoperatorio, de hemorragias y de contraindicaciones, pero los inconvenientes son económicos, ya que el coste de un tratamiento es de 2.000 euros de media. Y, como puedes imaginar, el seguro médico no lo reembolsa.
¿Cómo funciona un tratamiento con láser? Se anestesia localmente la encía y se aplica el láser, asociado o no a peróxido de hidrógeno, en la encía. El haz de luz generado favorecerá la cicatrización y el cierre de las bolsas entre el diente y la encía.
Los resultados de un tratamiento con láser son visibles al cabo de una semana.
Conclusión
La caries es una afección común, pero no debe tomarse a la ligera, ya que puede provocar la pérdida de uno o varios dientes. Por lo tanto, es importante prevenirla y tratarla si es necesario.
La prevención comienza con una higiene dental impecable a diario. También hay que evitar cepillarse los dientes con demasiada fuerza. Además, debes buscar tratamiento para la gingivitis u otras enfermedades de las encías lo antes posible y, por tanto, tan pronto como aparezcan los síntomas.
El tratamiento de este tipo de enfermedades es, en última instancia, sencillo pero sobre todo eficaz, ya sea mediante el raspado, el revestimiento o el injerto de encías. El único problema es que el tratamiento es poco o nada reembolsable. Pero si eliges una buena aseguradora de salud mutual, ésta podrá cubrir estos gastos dentales.